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CURSO DE INTERPRETACIÓN

CONSTITUCIONAL
 

DR. JOSÉ FELIX PALOMINO MANCHEGO


Magíster en Derecho con mención en Ciencias Penales
[Sobresaliente con la nota de veinte (20)] y Doctor en Derecho y
Ciencia Política [Sobresaliente con la nota de veinte (20)] por la
UNMSM.
Director Académico de la Facultad de Derecho y Ciencia Política
de la UNMSM. Profesor de Derecho Constitucional, Procesal
Constitucional, Ciencia Política y Filosofía del Derecho en
Pregrado y Posgrado de las universidades Nacional Mayor de San
Marcos, de Lima, UIGV, USMP y de la Academia de la Magistratura.
Secretario Ejecutivo del Instituto Iberoamericano de Derecho
Constitucional (Sección Peruana). Miembro Asociado de la
Académie Internationale de Droit Comparé. Miembro de la
Asociación Argentina de Derecho Constitucional.
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL
 
I. DE LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA A LA INTERPRETACIÓN
CONSTITUCIONAL.
1.1. Necesidad y legitimidad de la Interpretación
Constitucional.
1.2. Caracteres de la norma constitucional en el marco
del proceso interpretativo.
II. LOS INTÉRPRETES DE LA CONSTITUCIÓN.
III. LA INTERPRETACIÓN JURISDICCIONAL DE LA
CONSTITUCIÓN COMO INTERPRETACIÓN JURÍDICA.
IV. CRITERIOS ORIENTADORES DE LA INTERPRETACIÓN
CONSTITUCIONAL.
a) Fin supremo de la interpretación constitucional.
b) Interpretación amplia.
c)      Sentido de las palabras de la Constitución.
d)     La Constitución como un todo orgánico.
e)      La Constitución como instrumento de gobierno
permanente.
f)       Privilegios y excepciones.
g) Presunción de constitucionalidad.
V. CRITERIOS O STANDARDS INTERPRETATIVOS DE LA
CONSTITUCIÓN .

1.- Presunción de constitucionalidad.- Si existe duda


razonable en torno a la constitucionalidad, debe de
operar una presunción a favor de ésta. Tan sólo cuando
la inconstitucionalidad sea notoria y palpable y de
alcances graves para el ordenamiento jurídico, habrá
que optar por ella.

2. Concordancia práctica.- En caso de que surjan dudas


al interior del texto constitucional, debe buscarse una
concordancia de la Constitución consigo misma. Dice
García Belaunde que si tomamos dos normas en pie
de igualdad y apreciamos que los valores que ellas
encierran se encuentran en aparente contradicción,
no hay más alternativa que, con independencia a la
ponderación de valores, salvemos el principio formal
de la unidad de la Constitución y de la coherencia
consigo misma.
3. Razonabilidad.- Este aspecto debe primar en cada
interpretación y no confundirse con lo racional. Lo razonable es
la sensatez y la flexibilidad frente a nuevas situaciones,
tratando de superar el problema sin afectar el entramado
normativo. Lo razonable es lo opuesto a lo arbitrario y significa:
conforme a la razón, justo, moderado, prudente, todo lo cual
puede ser resumido con arreglo a lo que dicte el sentido común.

4. Previsión de consecuencias.- La tarea interpretadora del


operador debe ser apreciada y desarrollada en sí misma, sin
interesar los resultados, pero es indudable que no debe
ignorarlos. Más bien hay que incorporar previsiones futuras al
momento de resolver no como un dato definitivo, sino como uno
entre los muchos existentes para llegar a una solución.

5. Preferencia por los derechos humanos.- En la interpretación


constitucional de los derechos constitucionales (García
Belaunde refiere la categoría derechos humanos) debe darse una
opción preferente a favor de ellos, es decir, las denominadas
preferred positions en el constitucionalismo norteamericano.
6. Fórmula política.- Cada Constitución consagra una
determinada fórmula política que significa un estilo de vida, una
concepción de la sociedad y del Estado y una filosofía de lo que debe
ser el manejo del aparato político. Para expresarlo de otro modo,
detrás de todo texto constitucional existe, en forma explícita o
implícita, un modelo, meta o pretensión de lo que debe ser la
sociedad política a la cual se aspira.

7.- Unidad de la Constitución.- se debe interpretación la


Constitución de forma tal que la parte dogmática y la parte
orgánica de la Constitución no entren en contradicciones. Se
debe tener en cuenta que la Constitución es un todo unitario en
la que no se puede interpretar una disposición constitucional al
margen de las demás disposiciones o bienes constitucionales
reconocidos en la norma suprema.
VI. MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL.
5.1. Interpretación institucional.
“la interpretación institucional permite identificar en las disposiciones
constitucionales una lógica hermenéutica unívoca, la que, desde luego,
debe considerar a la persona humana como el prius ético y lógico del
Estado social y democrático de derecho. En efecto, las normas
constitucionales no pueden ser comprendidas como átomos desprovistos
de interrelación, pues ello comportaría conclusiones incongruentes. Por el
contrario, su sistemática interna obliga a apreciar a la Norma
Fundamental como un todo unitario, como una suma de instituciones
poseedoras de una lógica integradora uniforme”.

5.2. Interpretación Social.


La interpretación social de las cláusulas constitucionales “permite
maximizar la eficiencia de los derechos económicos, sociales y
culturales en los hechos concretos, de modo tal que las normas
programáticas, en cuya concreción reside la clave del bien común, no
aparezcan como una mera declaración de buenas intenciones,sino
como un compromiso con la sociedad dotado de metas claras y realistas. Es
menester recordar que el artículo 2.1 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, obliga a los Estados a actuar de
manera individual y conjunta para alcanzar la efectividad de los
derechos que dicho texto reconoce”.
A éstos métodos el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Exp.
5854-2005-PA/TC, de fecha 8 de noviembre de 2005, en el caso Lizana Puelles contra
el Jurado Nacional Elecciones ha señalado Tales principios de interpretación
constitucional son los siguientes:
 
a)      El principio de unidad de la Constitución: Conforme al cual la interpretación
de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un “todo”
armónico y sistemático, a partir del cual se organiza el sistema jurídico en su
conjunto.

b)      El principio de concordancia práctica: En virtud del cual toda aparente


tensión entre las propias disposiciones constitucionales debe ser resuelta
“optimizando” su interpretación, es decir, sin “sacrificar” ninguno de los
valores, derechos o principios concernidos, y teniendo presente que, en
última instancia, todo precepto constitucional, incluso aquellos
pertenecientes a la denominada “Constitución orgánica” se encuentran
reconducidos a la protección de los derechos fundamentales, como
manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana, cuya defensa y
respeto es el fin supremo de la sociedad y el Estado (artículo 1º de la Constitución).
c) El principio de corrección funcional: Este principio exige al juez
constitucional que, al realizar su labor de interpretación, no desvirtúe las
funciones y competencias que el Constituyente ha asignado a cada uno de los
órganos constitucionales, de modo tal que el equilibrio inherente al Estado
Constitucional, como presupuesto del respeto de los derechos fundamentales, se
encuentre plenamente garantizado.

d)      El principio de función integradora:


integradora El “producto” de la interpretación sólo
podrá ser considerado como válido en la medida que contribuya a integrar,
pacificar y ordenar las relaciones de los poderes públicos entre sí y las de
éstos con la sociedad.

e)      El principio de fuerza normativa de la Constitución: La interpretación


constitucional debe encontrarse orientada a relevar y respetar la
naturaleza de la Constitución como norma jurídica, vinculante in toto y no sólo
parcialmente. Esta vinculación alcanza a todo poder público (incluyendo, desde
luego, a este Tribunal) y a la sociedad en su conjunto.
VII. EJEMPLOS DE INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL
REALIZADA POR EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.

1.- Un ejemplo de interpretación constitucional realizada por el


Tribunal Constitucional lo encontramos cuando analiza el bien
jurídico del plazo razonable de la detención preventiva.

a) Se trata de plazos máximos que no pueden ser sobrepasados


bajo ninguna circunstancia (límite absoluto al plazo de duración
de la prisión preventiva).
b) Todos los criterios para valorar la razonabilidad de la duración
del plazo son aplicables cuando se pretenda prolongarlo en los
casos de la generalidad de los delitos merituados en
procedimiento ordinario (hasta 18 meses) y de los delitos merituados
en el procedimiento especial (hasta 36 meses).
c) Sin embargo, a la luz de una interpretación pro homine y favor
libertatis del segundo párrafo del artículo 137º del CPP, se
concluiría en que la "especial dificultad" o "especial
prolongación de la investigación", que permite justificar la
prolongación del plazo de detención en el caso de los delitos de
tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros seguidos
contra más de diez imputados, en agravio de igual número de
personas, o del Estado (más de 36 meses), sólo podría
fundamentarse en retrasos atribuibles objetiva e inequívocamente al
propio interesado, sin que para tales efectos sea posible recurrir a una
supuesta "complejidad del asunto". d) En ningún caso el plazo
de detención provisional de un procesado puede exceder el de la
pena privativa de libertad preestablecida para el delito del que
se le acusa.
2.- Otro ejemplo lo tenemos en el caso del derecho a la verdad,
STC N.º 2488-2002-HC/TC, en este caso el Tribunal
Constitucional a partir de la cláusula de los derechos no enumerados,
artículo 3 de la Constitución, otorga tutela constitucional a un derecho
fundamental que no está reconocido expresamente en la
Constitución.

En esta sentencia el Tribunal Constitucional reconoce el


derecho a la verdad como un derecho fundamental, a partir de la
interpretación del artículo 3º de la Constitución de 1993. En tal
sentido, el Tribunal considera que "si bien detrás del derecho a la
verdad se encuentra comprometidos otros derechos fundamentales,
como la vida, la libertad o la seguridad personal, entre otros, éste tiene
una configuración autónoma. La misma que tiene dos dimensiones,
una colectiva, la cual consiste en el derecho de la Nación a conocer los
hechos o acontecimientos provocados por las múltiples formas de
violencia estatal y no estatal, y una individual, la cual consiste en el
conocimiento de las circunstancias en que se cometieron las
violaciones a los derechos humanos, cuya titularidad recae en la
víctima, sus familiares y allegados. Así, el TC declara fundada la
demanda y ordena al Ministerio Público que inicie la investigación
correspondiente sobre estos hechos.

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