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Bernal Díaz del

Castillo
Historia verdadera de la conquista de
la Nueva España
• El historiador y cronista español.
• Nació en Valladolid, aproximadamente en 1492.
• Murió en Guatemala en 1581.
• Desde muy joven se interesó por la carrera de las
armas y decide emprender la aventura de ir en busca
de nuevos territorios.
• En 1514, se embarcó a América para acompañar las
expediciones de Pedro Arias de Ávila, Francisco
Hernández de Córdoba y Juan Grijalva.
• Durante tres años estuvo al servicio de Diego
Velásquez en Cuba y posteriormente se integró a las
expediciones encabezadas por Hernán Cortés.
• Por lo que a partir de 1519, fue soldado de las huestes
de Pedro de Alvarado y participó en la conquista del
imperio mexicano. Díaz del Castillo pudo presenciar
la muerte de Moctezuma y Cuitláhuac.
• También vivió la denominada Noche triste.
• De modo que murieron varios soldados y muchos
quedaron heridos. Incluso, Hernán Cortés fue herido
en la cabeza. La tropa española perdió más de 800
hombres, cañones, pólvora, pero lo más doloroso para
ellos fue perder todo el oro que habían logrado
conservar. A este episodio los españoles la llamaron la
Noche triste.
• De manera que Bernal Díaz del Castillo peleó por la
conquista de México-Tenochtitlán.
• Luego, al terminar esta conquista, se unió a la expedición
de Gonzalo de Sandoval que se dirigía hacia
Coatzacoalcos. Le concedieron el nombramiento de
regidor de la villa del Espíritu Santo. Posteriormente
continuó con la conquista de Chiapas.
• En 1524 se dirigió con Hernán Cortés hacia la conquista
de las Hibueras en Honduras, lo cual fue un fracaso y le
llevó a retornar a México.
• Unos años más tarde, en 1539, decide regresar a España
para pedir a la corona que reconozca su labor en la
expedición, pero no obtuvo los resultados que esperaba,
únicamente se le concedió un corregimiento en el
Soconusco
• Decide quedarse definitivamente con su familia en
Santiago de los Caballeros de Guatemala.
• Llega a conocer acerca de un libro que fue publicado
por el capellán de Cortés, Francisco López de Gómara,
realiza una descripción de la conquista, exaltando la
figura de Cortés.
• Escribió en la crónica denominada Historia verdadera
de la conquista de la Nueva España.
Estructura
• Un extenso relato épico
• 112 capítulos.
• Español antiguo: usa E en lugar de la conjunción Y.
• El texto no está dividido por párrafos.
• Es un solo relato que está divido por el punto seguido y punto
y coma.
• Descripciones caóticas.
• El texto tiene una estructura sencilla, es decir que no es un
relato muy elaborado, es más bien como si el autor nos relatara
en el lenguaje que utiliza cotidianamente.
• Detalla y exalta cómo fue la labor de los soldados españoles, y
reconoce con respeto la defensa por parte de los indígenas.
• En el capítulo XCI, Bernal Díaz del Castillo nos cuenta como
era la primera impresión que tuvo del gran Montezuma.
• En el capítulo XCII, se relata como fue la llegada de Hernán
Cortés a Tenochtitlan y cómo le recibió Montezuma.
• En el capítulo XCI, Bernal Díaz del Castillo nos cuenta
como era la primera impresión que tuvo del gran
Montezuma.
• Primero nos relata cómo era físicamente, donde era un
gran señor:
(…) la color no era muy moreno, sino propia color y matiz
de indio, y traía los cabellos no muy largos, sino cuanto le
cubrían las oreja, e pocas barbas (…), el rostro algo largo e
alegre, los ojos de buena manera, e mostraba en su persona
en el mirar por un cabo de amor, e cuando era menester
gravedad.
• Además, menciona de Montezuma, añade que era libre de
sodomías, era muy limpio de sodomías , lo que quiere
decir que anteriormente ya se habían encontrado con casos
de sodomía, que según la visión de los conquistadores, era
muy común entre los nativos.
• Describe cómo era el respeto por parte de los indios a su
autoridad, de manera que cuando uno de los 200
principales guardas, que se encontraba alrededor del
templo donde él estaba, necesitaba cambiarse a un
atuendo limpio para entrar hablarle, no podía mirar más
que al suelo, debía estar descalzo, mostrar tres reverencias
y decir: Señor, mi señor, gran señor.
• El relato también nos permite conocer la riqueza que rodeaba
a Montezuma en el momento de comer, puesto que añade que
le servían más de 300 platos de los mejores guisados. Pero
como él comía con sus guardas y mayordomos, se servían
más de mil guisados.
• También se solía guisar carnes de muchachos de poca edad;
y como tenía tantas diversidades de guisados y de tantas
cosas, no lo echábamos de ver si era de carne humana y de
otras cosas (…)
• La riqueza que poseían los indios era no solo en cuanto al
oro que poseían, sino también a todo lo que la naturaleza les
ofrecía debido a que contaban con varias especies de aves
que le guisaban, diferentes tipos de frutas, y por supuesto: el
cacao. Se dice que él bebía del buen cacao todo el tiempo.
• Únicamente los sabios, a quien Díaz del Castillo llama los
señores viejos, eran quienes podían platicar directamente
con Montezuma.
• Al gran Montezuma también le interesó el entretenimiento,
por lo que se decía que su afición era por los placeres y
cantares, de manera que ante él le cantaban y bailaban.
• Luego del banquete y el entretenimiento, Montezuma bebía
el líquido de los cañutos, que decían que era liquidámbar y
revuelto con una mezcla de hierbas, entre ellas de tabaco, y
con esto iba a dormir.
• El mayordomo de Montezuma al que llamaron Tapia, era
quien estaba encargado de las rentas de su señor. Todo lo
tenía transcrito en un papel que era propio de los indígenas,
que era el amatl.
• El sacrificio que se aplicaba a los indios era muy fuerte, de
manera que el autor dice el castigo consistía en que
aserraban con unos navajones de pedernal por los pechos, y
bullendo le sacaban el corazón y sangre, y lo presentaban a
sus ídolos, en cuyo nombre hacían aquel sacrificio; y luego
les cortaban los muslos y los brazos y la cabeza y aquello
comían en fiestas y banquetes (…)
• En el capítulo XCII, Bernal Díaz del Castillo va a describir
cómo se dio la llegada de Hernán Cortés a la ciudad de
México. De modo que envía al mensajero Jerónimo de Aguilar
a que se presente ante Montezuma y les diga que no halle en
ellos a enemigos sino que los tenga por buen concepto.
• El lugar en el que se debían encontrar era por la gran plaza de
Tatelulco, donde el autor añade que estaban muy sorprendidos
por lo que allí habían encontrado porque había mucha gente y
era un sitio donde había gran cantidad de mercadería.
• Díaz del Castillo se detiene a describir la mercancía que vio;
que constaba de oro, plata, piedras preciosas, plumas, mantas
y cosas labradas. Dice que también observó que vendían
esclavos, y compara este hecho la venta de esclavos negros
por parte de los portugueses en Guinea.
• Los españoles tenían la costumbre de siempre portar armas, y
en la ocasión que se iban a encontrar con Montezuma no fue la
excepción. El gran señor mandó a seis papas y dos de sus
principales a que llamen a Cortés para que se presente ante él.
• . Les recibieron de gran manera, dos papas se les acercaron y
les dicen: Cansados estaréis, Señor Malinche, de subir a
nuestro gran templo.
• Cortés le pareció preciso pedir a Montezuma que les deje
construir una iglesia, para esto Cortés pide consejo al fray
Bartolomé de Olmedo, quien le dice que Montezuma no
parece ser de aquellos que puede conceder eso. Pero de todos
modos Cortés le formula esa posibilidad.
• Los españoles estaban realmente sorprendidos de todo lo que
miraban y lo consideraban como pecado.
• Por lo que Cortés le dice a Montezuma que todo aquello que
ellos guardan son cosas malas y se les llama diablos. Por lo que
le solicita colocar una cruz en lo alto de la torre y una imagen de
nuestra señora porque los dioses que ellos tienen, los tienen
engañados.
• Esto molestó a Montezuma, y dos de los papas que lo
acompañaban, le hicieron males señales como de rechazo.
• Y le respondió a Cortés: Señor Malinche, si tal deshonor como
has dicho creyera que habías de decir, no te mostrara mis
dioses; aquellos que tenemos por muy buenos, y ellos dan salud
y aguas y buenas sementeras, temporales y victoria, y cuando
queremos, e tenérnoslos de adorar y sacrificar. Lo que os ruego
es, que no se digan otras palabras en su deshonor.
• Bernal Díaz del Castillo dice que para él la gran casa de
Montezuma era el infierno mismo por todas las figuras de
dioses que tenían, que eran como “diablos”. Además dice que
encontró que los papas tenían vestiduras muy similares a las
de los dominicos.

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