Esquema-síntesis: Valentín Menéndez, Introducción Vivimos en un mundo de grandes desigualdades. Seguimos deteriorando el medio ambiente. ¿Cómo usar de las cosas y del dinero? ¿Cómo administrarlos? La Biblia ofrece riquísimas reflexiones a los que buscan respuestas a estos interrogantes. e sier t o, Sudáfrica Flor del d 1. La propiedad en la Biblia 1.1. La propiedad en el AT: Para la Biblia, Dios es el único propietario: «Mía es toda la tierra» (Éx 19,5). Los seres humanos son inquilinos y forasteros y por eso la tierra no puede venderse para siempre (Lev 25,23). Dios ha dado la tierra para satisfa-cer las necesidades de todos: leer Gén 1,26-29. El mismo Gén. compagina bien el destino universal de los bienes con una adminis- tración por parte de los particulares. ¿Cómo se debe entender este dominio particular del que habla la Biblia? Se entiende comparándolo con el de otros pueblos: Primero: En otros pueblos la tierra se centraliza en manos del estado o de pocos. En Israel se reparte entre familias o clanes (Núm 26,55-56). Hasta la época de los reyes, en Israel reinaba una situación bastante igualitaria. Los profetas entonces denuncian el acapara-miento (Is 5,8). Segundo: En otros pueblos las leyes protegían los derechos de los terratenientes, mientras que en Israel protegían a los pobres y Dios es el protector de los pobres (Salmo 9). Tercero: Las leyes decretan: medidas de alivio para los pobres (Lev 19,9- 10), e instituciones para volver a la igualdad: el año sabático para cancelar deudas (Dt 15,1-6); el año jubilar para devolver propiedades (Lev 25); el año de liberación de los esclavos (Dt 15,12). 1.2. La propiedad en el NT: La ética de la propiedad se inscribe en el manda- miento del amor. Participar en el Reino anunciado de Jesús, significa amor a Dios y al prójimo. a) Amor total a Dios Quien pone su corazón en el dinero no entrará en el Reino de Dios (Mc 10,23- 25). La codicia es una «idolatría» (Ef 5,3) y «raíz de todos los males» (1Tim 6,6- 10). Incluso la preocupación excesiva por lo necesario puede ser una trampa (Lc 12,32ss). Jesús enseña la renuncia a todo por la misión. El cristiano debe contentase con lo necesario. Está el modelo de la pobreza y austeridad de Jesús. Todos deben discernir lo que quiere Dios de ellos y de sus bienes. Participar en el Reino anunciado de Jesús, significa amor a Dios y al prójimo. b) Amor al prójimo Liberarse del apego a las cosas es la condición de la ayuda al prójimo (Lc 12,32-34) pues “donde está tu tesoro allí está tu corazón”. En primer lugar la ética cristiana es una ética del compartir: Epulón se pierde por no compartir (Lc 16,19ss). San Pablo en 2 Cor 8-9 da los criterios del compartir: igualdad y solidaridad. La primera comunidad era modélica en el compartir (Hch 4,32-35). (Estas normas son para la comunidad cristiana, no para la sociedad, pero muestran la dinámica cristiana del amor). 2. La propiedad. Historia de la Tradición 2.1. Los Padres de la Iglesia y la propiedad: Ante la demora de la parusía se empieza a desarrollar una ética social a largo plazo, con influjo de la filosofía estoica. Se acentúa que la propiedad es una reglamenta- ción humana, pues la naturaleza lo da todo a todos. En aquel tiempo no se conocía la distinción entre bienes de consumo y de producción. Ellos hablaban solo de la limosna y no de «cambios estructurales». Hablan de dos principios fundamentales: la koinonia-comunión de todos, y la autarquía-autonomía de la que debe gozar toda familia. Se anima a leer las citas de los Padres que están en las pág. 67- 68. 2.2. Santo Tomás de Aquino (s. XIII): Destaca dos principios semejantes pero no idénticos a los de los Padres. El primero es el «uso común» para todos, de los bienes de la creación. Y el segundo es el derecho que la naturaleza permite, de administrar bienes, y por eso todos tienen derecho a un cierto dominio de los bienes. Pero ninguna ley positiva puede frustrar el derecho de todos a usar de los bienes. Por eso en extrema necesidad todos los bienes son comunes, no hay robo. Y todos estamos obligados a socorrer a los que necesitan de nosotros. Importante leer la cita de Santo Tomás que está en la pág. 69 que es buena síntesis de su pensamiento. 2.3. La propiedad en el pensamiento católico moderno: En la Rerum Novarum (León XIII, 1891) se habla ya del derecho natural a la propiedad privada tanto de los capitalistas como de los obreros. La Quadragésimo Anno (Pío XI, 1931) habla de que la propiedad tiene carácter no solo personal (contra el totalita-rismo) sino social (contra el individualismo). Pío XII habla del derecho del trabajador a tener un patri-monio. Juan XXIII subordina la propiedad privada al derecho universal del uso de los bienes; habla también de las nuevas formas de propiedad y de los seguros. Todo lleva a las afirmaciones de la Gaudium et Spes del Vaticano II. Gracias