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¿Qué es el bien común?

• “…Suponga que usted aún no ha nacido y que, por lo tanto, no conoce


el lugar que le va a ser reservado en la sociedad: ni sus genes, ni su
medio familiar, social, ético, religioso, nacional... Y plantéese la
pregunta: «¿En qué sociedad me gustaría vivir, sabiendo que podría
ser un hombre o una mujer, estar dotado de buena o mala salud,
haber nacido en el seno de una familia acomodada o pobre, instruida
o poco cultivada, atea o creyente, crecer en el centro de París o en
Lozère, querer realizarme a través del trabajo u optar por otro estilo
de vida, etcétera?”
Preguntas:

• ¿Qué ha sido de la búsqueda del bien


común?
• ¿En qué medida la economía puede
contribuir a su realización?
“…el poder político ha perdido su influencia en favor del mercado y de
una serie de nuevos actores. Las privatizaciones, la apertura a la
competencia, la globalización, el sistemático uso de las subastas para los
contratos públicos restringen el ámbito de la decisión pública. Y el aparato
judicial y las autoridades independientes de regulación, órganos no
sometidos a la primacía de lo político, se han convertido en actores
imprescindibles.
Sin embargo, la victoria de la economía de mercado solo ha sido una
victoria a medias, pues no se ha ganado a la gente. La supremacía del
mercado, que solo cuenta con la confianza de una pequeña minoría de
nuestros conciudadanos, se acepta con un fatalismo unido, en algunos
casos, a la indignación” J, Tirole.
Un asunto ético de la economía (productora
de moral)
• La vida no tiene precio
• El mercado: ¿una amenaza para el vínculo social?
• Medir, comprender, solucionar y evaluar las
desigualdades: un imperativo ético
• Debilidades y abuso de la evaluación científica
• Los límites de la economía (que se intercambia,
que no)
La economía contemporánea
• Es una ciencia humana y social. Su desconexión de esta identidad hace daño
• No obstante, mediante esta desconexión, en el siglo XX y en la actualidad, creó
sujetos, produjo modelos de ser humano.
• El primero: Creó la ficción del Homo œCONOMICUS, es decir, “la hipótesis
simplificadora según la cual los que toman las decisiones son racionales y, por
tanto, actúan en favor de sus intereses dependiendo de la información de que
disponen (aunque la economía insiste en que esa información puede ser
fragmentaria o estar manipulada)”.
- A partir de ese momento, las recomendaciones de política económica se han
basado generalmente en la existencia de variables externas, fallos del mercado,
efectos colaterales, ganadores y perdedores, etc. Es decir, la ecnomia construyó una
gran muralla entre la racionalidad individual y la racionalidad colectiva: “lo que es
bueno para un actor económico puede no serlo para la sociedad en su conjunto”.
La economía contemporánea
• El segundo: Homo PSICOLOGICUS - un actor no siempre racional.
- Procrastinamos: es la falta de voluntad, es decir, una preferencia demasiado fuerte
por el presente que nos lleva a dejar para más adelante las tareas desagradables, a
no invertir demasiado en el futuro, a tener comportamientos impulsivos. Somos
cortoplacistas. Esta forma de actuar tiene consecuencias importantes para la
política económica. En efecto, somos capaces de actuar contra nuestro propio
interés. (Los estudios de las neurociencias sugieren que existe una tensión entre
nuestra pulsión de gratificación instantánea y nuestro interés a largo plazo, regidos
por diferentes partes del cerebro.)
- Nos engañamos al plasmar nuestras creencias: La mayoría de nuestras decisiones
carecen de efectos seguros. Es, pues, importante no tener una visión demasiado
deformada de la probabilidad de que ocurra cada una de las consecuencias posibles
de nuestros actos. Ahora bien, a veces somos pésimos estadísticos.
- La caridad aumenta el altruismo e imagen de sí mismo y disminuye la empatía
La economía contemporánea
• El tercero: Homo SOCIALIS. En el corazón de la vida económica y social está la
confianza.
- Podemos disminuir o aumentar el uso de estereotipos. Observar al individuo dentro
o fuera de su contexto, en consideración o no de su medio social, es definitivo en
las decisiones económicas.
• El cuarto: Homo INCITATUS -Los efectos contraproducentes de las recompensas
¿Hay que retribuir a los individuos que donan sangre?
• Homo JURIDICUS: Derecho y normas sociales. El derecho y la ley expresan también
valores sociales y pueden, pues, servir de mensaje sobre el coste de los
comportamientos individuales, la moralidad general, los valores de la sociedad

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