A través de los años han surgido instituciones públicas con
perfiles distintos, como son las universidades tecnológicas, las universidades politécnicas y más recientemente las universidades multiculturales y de trayectoria social. Las redes universitarias se han extendido con la finalidad de regionalizar la educación. Los tres niveles de gobierno, así como federal y el estatal son los que intervienen en la acción educativa en el nivel superior; la acción de los municipios es prácticamente inexistente. En la realidad hay que aceptar la existencia de nuevos actores sociales y políticos que operan como grupos organizados de opinión o como sujetos de decisión: los congresos federal y locales, los partidos políticos, organizaciones no gubernamentales, asociaciones de universidades y sindicales, asociaciones académicas, científicas y gremiales. Entre estos actores tenemos asociaciones no gubernamentales que forman parte de los mecanismos emergentes de regulación: los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (ciees , sin personalidad jurídica propia); el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, A.C. (copaes), los consejos de acreditación por especialidades, también asociaciones civiles, reconocidos por el copaes , y el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A.C. (ceneval). Estos organismos, impulsados y reconocidos por las ies (instituciones de educación Superior )y por el gobierno federal, han adquirido un papel de primera importancia en el desarrollo contemporáneo del sistema educativo superior del país. El sistema ha sido rebasado por la realidad; la función de la Educación Superior compete a todos, iniciando por los investigadores, que a la luz de las transformaciones creativas y conscientes, puedan dar un panorama más aproximado de la educación: con la labor del estudiante en el marco social de progreso y crecimiento para ellos y la sociedad. Por tanto Kemmis (1988) señala que el currículo es un proyecto educativo de una escuela, para sus profesores, para los estudiantes, para la comunidad y para la sociedad en su conjunto; y siguiendo a Gimeno Sacristán (1991) y Gimeno Sacristán y Pérez (1996), los currículos emiten un equilibrio de intereses y fuerzas que gravitan sobre cómo se presenta el sistema educativo en un momento histórico, y es a través de esos intereses y fuerzas sociales, encauzan de la educación formalmente escolarizada. El currículo refleja el conflicto entre los diferentes intereses dentro de una sociedad y los valores dominantes que rigen a los procesos pedagógicos y educativos. La adopción de una posición deberá orientar y seleccionar lo que se desea trasmitir por medio del currículo escolar Por tanto en el análisis del contexto sociocultural, es necesario plantear una propuesta, que concientice la labor de la Educación Superior, al ser tan trascendente su función reproductora y transformadora, tendrá que ser entendido, como un estímulo intencional, o no, del cambio de las estructuras sociales, al provocar un criterio que enmarque la decisión de aquellas personas que serán los transformadores del futuro en nuestra sociedad. Dos modelos en la perspectiva en la creación de Curriculums
El currículo es un cruce de diversas prácticas de naturaleza
eminentemente social y alrededor de él interactúan las perspectivas didácticas, Álvarez Méndez (1987) presenta dos modelos para abordar el currículo El currículo entendido como proyecto y como proceso, entendido como la planificación de fines instructivos a conseguir, como contenidos de Enseñanza, propuesta limitada, pero que todavía hoy, tiene vigencia en organizaciones educativas, al referirse básicamente a lo didáctico, abarcando solamente los concepto de enseñar-aprender, plan de estudio, programa y recursos. En el segundo modelo centrado en los objetivos, interesa destacar la importancia de la prescripción y anticipo de los resultados esperados de la enseñanza, los cuales son contemplados en los objetivos, que se dan de antemano, inclusive mucho antes de que el proceso didáctico comience a funcionar. Así, los contenidos, métodos, técnicas, recursos técnicos y la evaluación deben ser medios para conseguir los objetivos prefijados. Acepción de McCutcheon sobre el Curriculum Él y otros autores concuerdan con que el Curriculum debe proponer lo explícito, la implícito y lo nulo siendo esto: Curriculum explícito. Constituido por todo aquello que la escuela ofrece. Curriculum implícito. El conjunto de expectativas que son profundamente poderosas y que trascienden a lo largo del tiempo. Curriculum Nulo. Formado por aquello que la escuela no enseña o no puede enseñar Por consecuencia la perspectiva ubica a la elaboración de Curriculums, como una práctica de selección de contenidos, que se sustenten en la razón de Ser; promoviendo las prioridades de las prácticas educativas, dejando de ser sólo una guía para planificar la vida escolar, y si creándoles experiencias y significados en conjunto. Incluyendo que lo que se enseña a los estudiantes, y lo que aprenden, debe ser parte del currículo nulo interviniendo y gravitando en este sentido los conocimientos que adquieren. Las necesidades de formación docente como indicador curricular ¿Cuál es el perfil del docente en la actualidad para practicar los procesos de enseñanza aprendizaje?
¿Cuál debe ser la directriz de la formación docente como
conductor de las acciones concretas derivadas de los contenidos de una curricula ? La respuesta es inspirada en el pensamiento del Stenhouse (1984): El profesor debe basar su enseñanza en el debate abierto, para problematizar los contenidos de los programas, y demás aspectos del aprendizaje que intervienen en el desarrollo curricular, para provocar reflexión, y adopción de postura frente a ellos y para estimular la investigación de los alumnos El profesor reconoce el contexto y éste es un referente para la enseñanza del programa a desarrollar. El profesor no debe aprovecharse de su posición privilegiada de autoridad legitimada en la escuela para hacer valer sus puntos de vista. El profesor tiene responsabilidad de la calidad del aprendizaje de sus alumnos. Conclusiones de la Revista Zona Próxima en el artículo El Curriculo: Perspectivas para acercarnos a su comprensión por Margarita Osorio Villegas (2017) En suma, el currículo es un constructo histórico, tanto en su teoría como en sus prácticas, y es así que cada comunidad educativa es la que debe definirlo de acuerdo, a cómo explican ellos la relación Escuela-Sociedad, Teoría-Práctica y el rol de sus actores en la dinámica de las instituciones educativas.