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Es la
muerte y expulsión del feto antes de los cinco meses
de embarazo. Después de esta fecha, y hasta las 28
semanas de embarazo se llama parto inmaduro y
parto prematuro si tiene más de 28 semanas. Se dice
que hay aborto completo cuando se expulsa con el
feto la placenta y las membranas. Hay retención
placentaría cuando se expulsa solamente el feto y
se dice que hay restos uterinos cuando sólo se
expulsa una parte del producto de la
concepción. A veces es difícil distinguir realmente lo
que se ha expulsado, dadas las alteraciones que
sufre no sólo el feto, sino la placenta y las
membranas.
ASES DE
ABORTO
Aborto Aborto
Aborto
espontáneo provocado
terapéutico
o natural o criminal
m à
¦ à Es el aborto producido por causas
patológicas o accidentales, independientes de la
voluntad de la madre o de un tercero.
¦
Este tipo de aborto encuentra su
origen en un hecho del hombre; producto de una
intervención.
^a)
uando se produce en los primeros
días desde la concepción, se trata de un aborto
precoz que pasa desapercibido. Ya sea que se
considere como momento de la concepción, la
fecundación, momento en que el espermatozoide
penetra en un óvulo y se produce la fusión
cromosómica de ambas células, con lo que se forma
una célula originaria con una dotación
cromosómica completa; o cuando se produce la
anidación, es decir, cuando se produce su
implantación en el útero, donde debería seguir su
desarrollo unida a la placenta y dentro del saco
embrionario. El intervalo entre la fecundación y la
anidación es de siete a diez días.
^b) à Se habla de embrión
desde el momento de la fecundación. Este
aborto se produce hasta el tercer mes de
embarazo.
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% & no matarás al
hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al
recién nacido.µ
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el infanticidio son crímenes nefandos2 25
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m laramente el Magisterio de la Iglesia
atólica se ha pronunciado en torno al
aborto, haciendo referencia a otros
textos, pero especialmente
encontramos una excelente referencia
en la Encíclica Evangelium Vitae, donde
nos dice:
[ i embrión tus ojos lo veían » Sal !"#
!"$% !& el delito abominable del
abortoµ
m Entre todos los delitos que el hombre
puede cometer contra la vida, el aborto
procurado presenta características que
lo hacen particularmente grave e
ignominioso. El oncilio Vaticano II lo
define, junto con el infanticidio, como «
crímenes nefandos »
m onst. past. A
, sobre
la Iglesia en el mundo actual, 51: «
Abortus necnon infanticidium nefanda
sunt crimina ».
m a gravedad moral del aborto procurado se manifiesta en
toda su verdad si se reconoce que se trata de un
homicidio y, en particular, si se consideran las
circunstancias específicas que lo cualifican. Quien se
elimina es un ser humano que comienza a vivir, es decir, lo
más en absoluto que se pueda imaginar: ¡jamás
podrá ser considerado un agresor, y menos aún un
agresor injusto! Es inerme, hasta el punto de estar
privado incluso de aquella mínima forma de defensa que
constituye la fuerza implorante de los gemidos y del llanto
del recién nacido. Se halla a la
protección y al cuidado de la mujer que lo lleva en su
seno. Sin embargo, a veces, es precisamente ella, la
madre, quien decide y pide su eliminación, e incluso la
procura.
m En la decisión sobre la muerte del niño aún no
nacido, además de la madre, intervienen con
frecuencia otras personas. Ante todo, puede ser
culpable el padre del niño, no sólo cuando induce
expresamente a la mujer al aborto, sino también
cuando favorece de modo indirecto esta decisión
suya al dejarla sola ante los problemas del
embarazo: de esta forma se hiere mortalmente a la
familia y se profana su naturaleza de comunidad de
amor y su vocación de ser « santuario de la vida ».
Problemas de
En grave
Después de salud sin
peligro de la
una violación solución del
madre
feto
El problema de la liberalización del aborto es
discutido un poco en todas partes. a
Iglesia no puede quedarse callada, porque
su vocación es defender al hombre contra
todo lo que podría degradarlo.
Médicos, asociaciones de padres y madres
de familia, hombres políticos y otros
muchos han reaccionado honestamente
contra esta campaña de opinión. as
onferencias episcopales han recordado
la doctrina tradicional de la Iglesia.
on la presente Declaración, aprobada por
el Santo Padre, la ongregación para la
Doctrina de la Fe desea confirmar lo que
otros tan felizmente han emprendido.
1. En cuanto a la posición radical de la Iglesia
nos dice: