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Estrés y enfermedad Física: “naturaleza vs crianza”

•Galeno, el famoso médico romano cuyas teorías guiaron a la medicina durante 13


siglos, estimó que alrededor del 60% de sus pacientes tenían manifestaciones que
eran causadas o agravadas por el funcionamiento emocional.
•Desde entonces, no mucho ha cambiado: la evidencia actual sugiere que el
estrés en un factor contribuyente en alrededor de 50 a 80% de todas las
enfermedades médicas (Smith, 1998).
•Por ejemplo, se ha descrito que de 50 a 80% de aquellos sujetos con puntajes
mayores a 300 en la Escala de Holmes y Rahe desarrollan una enfermedad seria
en los dos años siguientes (Holmes y Masuda, 1978; Holmes y Rahe, 1967;
Vizan-Ferrero y cols., 1993).
•Entre las enfermedades relacionadas con altos puntajes están la leucemia, la
tuberculosis, las enfermedades cardiovasculares, la esclerosis múltiple y la
diabetes.
•Sin embargo, dicha relación debe interpretarse con precaución.
•El estrés de la vida cotidiana juega un papel relativamente menor en la génesis
de las enfermedades médicas. Aunque el estrés es un factor causal o un
contribuyente de enfermedad otros factores pueden ser aún más importantes.
•Entre éstos, destacan la predisposición genética y los factores situacionales que
permiten predecir o controlar la influencia de los estresores.
Predisposición genética, estrés y enfermedad:

•Algunas personas son más susceptibles a padecer ciertas enfermedades


debido a que presentan una predisposición genética o “debilidad” (diátesis,
vulnerabilidad, etcétera).
•Esta predisposición interactúa con agentes ambientales para producir
determinadas enfermedades.
•Por ejemplo, la tuberculosis es causada por una bacteria (Mycobacterium
tuberculosis). Sin embargo, una persona tiene mayor riesgo de adquirir la
enfermedad si posee una predisposición genética para ello (Deredict y cols.
1995).
•Otros ejemplos de enfermedades en las que la predisposición genética se
asocia con el estrés son:
•Hipertensión arterial (Lifton, 1995; Miller y Sita, 1994)
•Enfermedad coronaria (Merenberg y cols., 1994; Staunton y cols.,
1994)
•Asma (Balbi y cols., 1994)
•Migraña (Pardo y cols., 1995). En este caso, si uno de los padres, en
particular la madre, tiene migraña, alrededor de 70% de las hijas
presentan la enfermedad (Messinger y col., 1991).
Factores situacionales, estrés y enfermedad (1):

•La situación en que se experimenta el estresor también puede afectar el


impacto que éste tiene sobre el individuo.
•Por ejemplo, considere las diferentes situaciones que pueden enfrentar dos
ejecutivos:
• En un caso, el ejecutivo está en una posición en que los eventos
estresores ocurren repentinamente y, al carecer de poder para controlarlos, no
puede tomar decisiones o realizar acciones que eviten o reduzcan sus efectos.
• En otro caso, ocurren los eventos estresores de características
semejantes pero el ejecutivo sabe de antemano que decisiones debe tomar y
tien un control considerable en cuanto al proceso de toma de decisiones.

Los “monos ejecutivos”:


•¿Cuál de los ejecutivos tiene más probabilidad de desarrollar una úlcera
péptica?
•La respuesta inicial a esta pregunta proviene del estudio clásico de Brady y
cols. (1958).
Factores situacionales, estrés y enfermedad (2):
•Joseph Brady sometió a dos grupos de monos a la acción de choques eléctricos
periódicos.
•Los sujetos fueron apareados de manera que un mono de cada par tenía acceso a una
palanca.
•Esta palanca podía activarse para prevenir la ocurrencia de los choques aplicados a el
mismo y al compañero sí se apretaba una vez cada 20 s.
•El no hacerlo provocaba que se aplicaran los choques a ambos sujetos.
•Los monos eran sometidos a este régimen durante sesiones de 6 horas de duración,
dos veces al día, hasta que uno de los monos enfermaba.
•Brady encontró que los monos que podían hacer algo para evitar el choque
(“ejecutivos”) desarrollaban úlceras mientras que, los que no podían hacer nada no se
enfermaban.
•La conclusión fue que los monos capaces de tomar decisiones tenían un riesgo mayor
de desarrollar la enfermedad.
•Sin embargo, se han señalado dos problemas en el diseño experimental:
1) los monos “ejecutivos” se seleccionaban de la muestra total por ser los más
aptos para aprender a apretar la palanca para evitar la aplicación de los choques. Por
ello, es posible que aquellos monos con mayor capacidad de aprender tuviesen alguna
causa no explicada que los hiciera más susceptibles a desarrollar úlceras.
2) No se puede determinar a partir de este experimento porque se obtuvieron
los resultados descritos: podría ser porque padecían ansiedad, porque estaban
ocupados atendiendo al paradigma o simplemente porque tenían que trabajar mientras
los otros no hacían nada.
Factores situacionales, estrés y enfermedad (3):
Experimentos similares en ratas:
Weiss (1970) uso tripletes de ratas asigadas al azar a tres condiciones distintas:
1) la primera rata podía girar una rueda para evitar o escapar de la aplicación
de un choque eléctrico.
2) la segunda rata no tenía control alguno y recibía un choque cada vez que lo
hacía la primera.
3) la tercera rata nunca recibía choques.
Las tres ratas escuchaban un tono que advertía que se iba a aplicar el choque en 10 s.
•Weiss encontró que las ratas que podían hacer algo para evitar el choque (“ejecutivas”)
desarrollaban úlceras menos severas que aquellas que recibián el choque y no podían
hacer nada al respecto.
•Como los resultados erán exactamente opuestos a los de Brady, Weiss realizó un nuevo
estudio para explicar lo que ocurría.
•Entrenó dos grupos de ratas a girar una rueda para evitar la aplicación de un choque.
•A uno de los grupos se le advertía mediante un sonido cuando había girado la rueda lo
suficiente para evitar el choque.
•Al otro grupo no se le daba ninguna señal.
•El segundo grupo trabajó más y desarrolló más úlceras que el primero.
•CONCLUSIÓN: la mayor capacidad de predecir o controlar un estímulo aversivo reduce
los efectos dañinos del estrés.
•Por lo tanto, no fué la ansiedad ni el trabajo lo que produjo úlceras sino la incapacidad
para predecir o evita los choques lo que aumenta el riesgo de padecer úlceras.
Factores situacionales, estrés y enfermedad (4):

Predicción y control en humanos:


•La evidencia acumulada sugiere que a los seres humanos también les va mejor
si pueden predecir o controlar los eventos adversos.
•Las personas que se sienten impotentes tienen mayor probabilidad de
desarrollar depresión y a presentar más intensas respuestas de estrés y sus
consecuencias adversas (Burns y cols., 1992).
•Como contraparte, la percepción de que un estresor es controlable lleva a un
afrontamiento más efectivo (Valentiner y cols., 1994).
•Por ejemplo, los pacientes con cáncer que perciben que no tienen control sobre
el curso de su enfermedad sobreviven por períodos más cortos que aquellos que
creen que pueden ejercer cierto control sobre su enfermedad (Rodin y Salovey,
1989).
•Además, aquellos pacientes que perciben tener un mayor control sobre su
enfermedad antes de ser sometidos a cirugía tiene una mejor calidad de vida a
los 8 meses de la operación (Fitzgerald y cols., 1993).
Factores situacionales, estrés y enfermedad (5):
Etiología multifactorial:
•Más alla de los factores genéticos y situacionales, tanto la psicología
como la medicina han aceptado desde hace tiempo que muchas
enfermedades físicas son causadas por diversos agentes
independientes que actúan en conjunto para provocar los trastornos.
• Un buen ejemplo de lo anterior es lo que ocurre en personas que
habían sido expuestos a estresores importantes tales como la pérdida
del empleo, problemas económicos, matrimonio, divorcio o muerte de
un ser querido (Hinkle, 1974).
•Dos factores distinguieron a los participantes que desarrollaron
enfermedades de aquellos que no las presentaron:
Los que enfermaban tenían antecedentes de algún problema
físico o debilidad tal como un condición cardíaca preexistente,
problemas gastrointestinales o respiratorios.
El grupo de los que enfermaban tenían una tendencia más
fuerte a presentar ansiedad prolongada.
Estrés y enfermedad Física:
CONCLUSIONES:
1) LOS FACTORES QUE CONTRIBUYEN AL DESARROLLO DE UNA
ENFERMEDAD SON A LA VEZ:
BIOLÓGICOS Y AMBIENTALES
FISIOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS
RELACIONADOS CON ANTECEDENTES DE ANSIEDAD
Y A LA PRESENCIA DE ESTRESORES SIGNIFICATIVOS.
2) ASIMISMO, OTROS FACTORES DEL ESTILO DE VIDA
(TABAQUISMO, DIETA RICA EN GRASAS O HIPERCALÓRICA,
ETCÉTERA) PUEDEN ESTAR INVOLUCRADOS.
3) EL ESTRÉS POR SÍ MISMO NO CAUSA LA ENFERMEDAD PERO
MUY A MENUDO ES UN FACTOR CONTRIBUYENTE.
¿Cómo reducir los efectos nocivos de la
respuesta de estrés?
•Los efectos dañinos de los estresores pueden ser desde moderados
hasta devastadores para un sujeto.
•Por ello, se considera importante conocer:
los mecanismos que determinan el grado de daño
lo que determina si el afrontamiento es apropiado o no
las técnicas que permiten prevenir o atenuar sus consecuencias

Efectos del apoyo social:


•Uno de los factores que determina como reaccionamos ante los
estresores es la personalidad.
•Los rasgos de personalidad que protegen a los individuos interactúan
con otros factores personales y situacionales.
•Entre éstos se encuentra el llamado apoyo social.
APOYO SOCIAL (Smith, 1998): disponibilidad de
personas con las que el sujeto se puede relacionar,
hablar acerca de sus problemas y solicitar ayuda
cuando la necesita.
Estrés y apoyo social (1):
Sidney Cobb (1976), fue uno de los primeros en destacar el papel que juega el
apoyo social en la modificación de los efectos de los estresores externos.
•Definió el apoyo social como aquella información que lleva a una persona a
creer que:
1) le importa a otros que lo aman
2) se le estima y se le valúa
3) pertenece a una red de comunicación y obligación mutuas.

•Aunque difícil de desarrollar, algunas escalas han mostrado una


impresionante correlación entre la ausencia de apoyo social y la aparición de
enfermedades médicas.
•Así, la ausencia, pérdida o alteración del apoyo social tiene consecuencias
negativas (Jenkinson y cols, 1995; Stephens y cols., 1994).
•Por ejemplo, cuatro de los cinco eventos considerados como más estresores
en la Escala de Holmes y Rahe (muerte del conyuge, divorcio, separación
marital y muerte de un familiar cercano) implican la pérdida de apoyo social.
•Por ello, no es sorprendente que las mujeres que desempeñan papeles
múltiples y estresantes (madre, esposa, empleada y cuidadora) padecen más
los efectos de los estresores si carecen de apoyo social (Stephens y cols.,
1994).
Estrés y apoyo social (2):

1) Matrimonio
2) Amistades
3) Afiliación religiosa
4) Pertenencia a grupos.

Estudio longitudinal a lo
largo de 9 años en:
2500 mujeres
2200 hombres

Mortalidad en función del apoyo social: las personas con mayores niveles de apoyo social
tienen menor riesgo de morir que aquellas con menores niveles (House y cols., 1988).
M predecir mejor la probabilidad de muerte que tiene una persona conociendo su nivel
Se puede
o social que sabiendo sus antecedentes de tabaquismo, ingesta de alcohol, dieta
de apoyo
r y otros malos habitos de salud (Berkman y Syme, 1979).
excesiva
t
a
Tomado de “El País”, martes 21 de febrero de 2006.
Apoyo social: este grupo de sobrevivientes de cáncer de mama proveé un importante
apoyo social a otras mujeres sometidas a tratamiento.

Los sujetos con cáncer de mama, cáncer de pulmón y SIDA presentan mayores
niveles de ajuste cuando tienen buenos sistemas de apoyo social (Faller y cols., 1995;
Northouse y cols., 1995).
Tomado de “El País”,
jueves 16 de febrero de
2006.
Tomado de “El País”, martes 24 de enero de 2006.
Estrés y vulnerabilidad individual:
¿Cómo ser calmado, alivianado, sereno, sosegado?
Sí supieramos por qué algunos son menos vulnerables a los efectos de los
estresores, quizás podríamos ayudar a otros a contender más apropiadamente
con éstos.
•Se estudiaron 107 varones graduados de Harvard a lo largo de 40 años
(Vaillant,1980):
Salud mental Enfermedades crónicas o muerte
Excelente 59 sujetos 2 sujetos
Mala 48 sujetos 18 sujetos

•Estudio Precursor en 1337 estudiantes de medicina de Johns Hopkins a lo


largo de 30 años (Thomas y cols., 1983):
Se encontró una correlación débil entre la ocurrencia de enfermedad
coronaria y la presencia premórbida de rasgos de enojo, hipocondriasis y
depresión.
Sin embargo, en los 50 que desarrollaron cáncer el perfil premórbido se
caracterizó por:
ausencia de proximidad emocional con los padres
inhabilidad para expresar las emociones
Estrés, resistencia y rasgos de personalidad:
Kobasa (1979) ha propuesto que hay ciertos rasgos de personalidad que
determinan las diferencias individuales en susceptibilidad a enfermar en
respuesta a estresores.
El término “resistencia, robustez o aguante” (hardiness) identifica rasgos
protectivos de personalidad que incluyen:
•Compromiso (commitment): creencia en el valor de lo que uno es y uno está
haciendo.
•Control: tendencia a creer o actuar como si uno pudiera influenciar lo que
ocurre.
•Reto (challenge): habilidad de adherirse al cambio en vez de a la estabilidad
como norma.
Quien está comprometido con alcanzar ciertas metas y resolver los
problemas, está en control de su vida y goza los retos que le representan los
cambios y los problemas que requieren su intervención. Estas personas
tiene una frecuencia significativamente menor de problemas físicos y
psicológicos.
Personalidad y enfermedad coronaria:
Friedman y Rosenman (1974), sugirieron que aquellos individuos que
presentan personalidad tipo A tenían mayor probabilidad de desarrollar
enfermedad cardíaca coronaria (ECC) que los individuos con personalidad tipo
B.

PERSONALIDAD TIPO A:
competitividad
urgencia temporal
agresión
impaciencia
ausencia de placer
manerismos visibles
(lenguaje explosivo,
gestos abruptos,
etcétera).
Estudios previos acerca de la relación entre enfermedad
y personalidad tipo A:

•Factor de riesgo para desarrollar ECC (Ganster y cols, 1991).


•Mayor número de ataques cardíacos fatales (O’Connor y cols., 1995).
•Mayor incidencia de enfermedad cardiaca (Denollet, 1993).

Estado actual del concepto de personalidad tipo A:


Un estudio de 12000 hombres seguidos a lo largo de años no mostró
relación alguna entre la personalidad tipo A y la mortalidad por ECC
(Ockene y cols., 1982).
El factor “hostilidad” puede tener valor predictivo para el desarrollo de
enfermedad en general y mortalidad en adultos e 40 a 65 años (Suarez y
cols., 1993).

La relación entre la personalidad tipo A y la ECC fue un concepto de la


medicina psicosomática que se “sobrevendió” antes de completarse la
realización de estudios críticos. Se basó en una mezcla de folclor e
intuición. La medicina psicosomática debe desechar este concepto erróneo
(Rogers y Reich, 1998; Smith, 1998).
Modelo de Lazarus de la evaluación cognoscitiva de los estresores:
Evaluación primaria: juicio de que tan amenazante es una situación dada.
Evaluación secundaria: juicio acerca de lo que hay que hacer al respecto.

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